Introducción - Antecedentes.

Actualmente, la teoría evolutiva más aceptada a nivel mundial es la Teoría Sintética, que se ideó con base a la genética de Mendel del siglo XX. Sin embargo, existen muchas más teorías que son antecedentes de la mencionada con anterioridad, como:

•          La Teoría de Lamarck:

Publicada en 1809, se basa en los siguientes principios:

  1. Los organismos son guiados a través de su existencia por una fuerza innata y misteriosa que les permite sobreponerse a la adversidad del medio.

2. El medio ambiente actúa como una "fuerza modificadora" sobre los organismos, imponiendo necesidades que hacen surgir nuevos órganos y funciones.

3. El "uso y desuso de las partes": el desarrollo de los órganos y su actividad están en relación constante con el uso que de ellos se haga. Si un órgano es utilizado, entonces crece y se hace más eficiente. De lo contrario, puede degenerar y atrofiarse.

4.  La herencia de los caracteres adquiridos: lo que se ha adquirido, impreso o modificado en la organización de los individuos durante el curso de su vida, es conservado y trasmitido a sus descendientes.

Su teoría básicamente dice que para sobrevivir, el individuo estaría propenso a la adaptación por la naturaleza, es decir que, a través de las adversidades cada organismo lograría desarrollar capacidades específicas que les sirvan como medios para continuar viviendo. Aunque su idea fue aceptada por un tiempo e igualmente se hizo famosa al despertar en los científicos la idea de la evolución, Lamarck se había equivocado diciendo que estos caracteres o “habilidades especiales” podían pasarse de generación en generación, cuando en realidad desarrollarlas depende de cada entidad. 

·         La Teoría de Darwin:

Publicada en 1859, su teoría se basa en “la supervivencia del más apto”. Darwin, a partir de observaciones realizadas en las Islas Galápagos, puedo realizar conclusiones sobre la evolución humana. Él plantea en su libro titulado “El Origen de las Especies” que la superproducción de descendientes es la regla general de la naturaleza, y que claramente sólo algunos de estos nuevos individuos podían sobrevivir. Él quería saber cuál era la diferencia entre los que vivían y los que caían, y entonces descubrió un proceso llamado “selección natural”, lo cual dice que sólo los más aptos o fuertes de toda esta numerosa descendencia podrán continuar viviendo mientras que los débiles morirán, y de esta manera la siguiente generación de descendientes será más fuerte en el punto desde el punto de vista genético, ya que estas características sí son hereditarias, porque el individuo las posee desde el nacimiento—por eso es que pueden sobrevivir.