Si bien la teoría de Darwin es probablemente la más
popular y reconocida, no es ciertamente acertada. Desde entonces, muchos
científicos se han interesado en la evolución humana y han ayudado a refinar y
respaldar este teoría, algo conocido como el Neodarwinismo, que, a su vez, fue
ganancia para Darwin, ya que cuando él estudió las especies no existía la misma
tecnología que tenemos hoy en día.
La obra de Darwin aportó básicamente dos aspectos a
los estudios en el tema. Por un lado registró toda la evidencia en favor de la
idea de que todos los organismos descienden, con alguna modificación, desde un
ancestro común, logrando así un punto a favor de la teoría de la evolución.
Darwin creía en la idea de la “selección natural”,
mecanismo que se fundamenta en que la naturaleza “escoge” a los individuos que
seguirán existiendo a través de la idea de que sólo los más fuertes y aptos
sobrevivirán. Sin embargo, esta idea se mantuvo en discusión los años
siguientes.
Durante la primera mitad del siglo XX se
realizaron importantes avances en estudios genéticos, que permitieron reconocer la importancia de la mutación y
la variación dentro de una población de organismos dada. Posteriormente, se
pudo sostener otra teoría inserta dentro del neodarwinismo, que reconoce la
selección natural pero agrega varios otros mecanismos al proceso de evolución,
y esta es la raíz de la teoría sintética de la evolución.
Esta teoría se basa en que los organismos contienen
una variación genética que se produce por azar, mutación y recombinación. Añade
a la selección natural conceptos como la deriva genética y flujo genético que
cambian así la frecuencia genética.
Esta teoría moderna de la evolución tiene tres
principales diferencias con la teoría de la evolución de Darwin:
- Reconoce varios mecanismos evolutivos además del de la selección natural.
- Reconoce que las características de una especie son heredadas en forma de genes.
- Postula que la especiación se debe habitualmente a la acumulación de pequeñas modificaciones genéticas a lo largo del tiempo.
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